¿POR QUÉ NECESITAS UN ABOGADO experto EN DERECHO PENAL?

Estar imputado o acusado de un tipo penal (delito o crimen) es un episodio que trae desasosiego e infelicidad a quien está sometido al proceso represivo y a toda su familia.

 Nuestro objetivo es ayudar a sobrellevar el dolor jurídico causado al justiciable ante la violencia del Estado, conforme a las pruebas y en los plazos de ley para recuperar su estado de libertad.    

Todos los miembros de la familia y allegados tienen inquietantes preguntas que necesitan respuestas jurídicas. 

Al ser detenido o investigado por el ministerio público, se debe buscar un experto en derecho penal para restaurar la tranquilidad en el imputado y toda la unidad familiar, dicho profesional procederá a explicar al justiciable el tipo penal (delito o crimen) por el cual se investiga o acusa, analizará y determinará la mejor estrategia de defensa en el caso, conforme a la lógica, los conocimientos científicos y máximas de experiencia, la cual se denomina sana crítica o crítica razonada para desacreditar las pruebas a cargo y convencer al juez de la falta de base probatoria en la acusación. 

Un abogado experto en derecho penal, fortalece los conocimientos teóricos en forma continua y la experiencia permanente en los tribunales para llegar a razonar lógicamente y lograr una adecuada defensa al analizar e interpretar la ley aplicada al caso en particular; y conocer el criterio del sistema judicial en la aplicación de dicha legislación.

Un litigante penalista, así como en cualquier rama jurídica, debe hablar oportunamente, siempre aportando un elemento nuevo e importante para su causa. Nunca romper el silencio para simplemente escuchar el tono de su voz, sin ninguna táctica procesal, solo haciendo objeciones y argumentaciones ligeras, sin incorporar valor a su asistido o representado, usando estérilmente la tribuna judicial o los medios de comunicación de masas, donde solo evidencian su carencia de tacto.     

Un rasgo esencial de un experto o maestro en una técnica o profesión, resulta en siempre llevar paz como valor agregado de su ejercicio para despejar la incertidumbre. Debemos recordar que el mejor litigante no es quien más promesas hace; sino el más sincero y objetivo para lograr resultados positivos en el tiempo aproximado. 

Siempre es mejor, ser herido momentáneamente por los fuertes proyectiles de la verdad material y procesal del caso, a quedar destruido por las suaves y devastadoras ondas expansivas  de las mentiras. 

Debe ser informada la niñez del caso penal

Las preocupaciones no excluyen a la niñez en inicio de su memoria.

Inmensamente perjudicados resultan los infantes de las personas sometidas a prisión, ante la desinformación a que injustamente son sometidos por la unidad consanguínea, pues nunca habrá suficiente razón para convencerlos de la prolongada ausencia de su padre, madre, familiar o tutor. Por tanto, se recomienda dosificar la noticia sobre el hecho, de acuerdo a su edad, pero nunca usando engaños para ocultar el acontecimiento, lo más probable sea que ellos obtengan datos en los lugares donde socializan y descubran la verdad de esta manera; también entrarán en conocimiento de la gran mentira en las personas que el niño o adolescente tenía depositada su absoluta confianza, causando un doble dolor en la siquis del menor de edad. 

Si bien es cierto que, el justiciable está sufriendo su estado de carencia de libertad, interno en una deplorable y violenta prisión, por lo menos, como adulto tiene fortaleza sicológica para  afrontar este suceso. Pero, la ausencia, sin justificación del padre o madre, multiplica el dolor sufrido por la niñez o adolescencia primaria, cuando en unidad familiar compartían el mismo techo. Surge una profunda raíz de amargura en los menores de edad, pueden llegar a creer que son culpables del evento sobre la desaparición de su ser querido, se apodera de su mente un vacío existencial al sufrir el dolor de la muerte suspendida, se tornarán violentos, mostrarán déficit de atención, hiperactividad, estrés y depresión, todo un desorden hormonal afecta su mente y cuerpo. En vez de evolucionar, cada día involucionan,  se muestran distraídos, adoptando comportamientos de años anteriores, cuando la vida era más feliz, buscan en su pasada infancia, el bálsamo sanador de su alma sumergida en la sinrazón de la vida. Finalmente, si esa crisis no es tratada adecuadamente por profesionales de la conducta humana, pueden atentar contra su vida. 

Por consiguiente, recomendamos de inmediato buscar un profesional en la conducta humana prestador de servicios en la escuela, colegio o la iglesia para comunicar tal situación y ayudar a la niñez o adolescente.

Nosotros ofertamos prudencia, conocimiento teórico y experiencia para lograr resultados concretos en beneficio de nuestro asistido o representado y sus familiares